"Cervantes en la cárcel" 1989, óleo sobre lienzo 150 x 170 cm.
Obra de Ilyas Phaizulline, pintor y dibujante ruso
En 1587,
Cervantes viaja a Andalucía como
comisario de provisiones de la Armada Invencible. Durante los años como
comisario, recorre una y otra vez el camino que va desde Madrid a Andalucía, pasando por Toledo y La Mancha (actual Ciudad Real). Ese es el itinerario de Rinconete
y Cortadillo, una de sus Novelas Ejemplares.
Se establece en Sevilla, primero
como proveedor de las galeras reales, y posteriormente, a partir de 1594, como
recaudador de impuestos atrasados (tercias y alcabalas), empleos ambos que le
acarrearán numerosos problemas y disputas puesto que era el encargado de ir
casa por casa recaudando impuestos, que en su mayoría iban destinados para cubrir
las guerras en las que estaba inmiscuida España. Es encarcelado en 1597 en la Cárcel Real de
Sevilla, tras la quiebra del banco donde depositaba la recaudación.
Supuestamente Cervantes se había apropiado de dinero público y sería
descubierto tras ser encontradas varias irregularidades en las cuentas que
llevaba.
En la cárcel «engendra» Don Quijote de
la Mancha, según el prólogo a esta obra. No se sabe
si con ese término quiso decir que comenzó a escribirlo mientras estaba preso
o, simplemente, que se le ocurrió la idea allí:
“Desocupado
lector, sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo
del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que
pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir a la orden de naturaleza;
que en ella cada cosa engendra su semejante. Y así, ¿qué podía engendrar el estéril
y mal cultivado ingenio mío sino la historia de un hijo seco, avellanado,
antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados por otro alguno,
bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su
asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?” (Primer párrafo del Prólogo de Don
Quijote)
El otro
encarcelamiento documentado de Cervantes fue muy breve, en Castro del Río (Córdoba) en
1592. No consta que haya estado nunca en la cueva de Medrano, en Argamasilla de Alba.
Desde 1604 se instala en Valladolid (por aquel entonces —desde 1601—
Corte Real de Felipe III),
y en 1605
publica la primera parte de su obra principal: El ingenioso hidalgo don
Quijote de la Mancha.
Ello marcó
el comienzo del realismo
como estética literaria y creó el género literario
de la novela moderna, la novela polifónica,
de amplísimo influjo posterior, mediante el cultivo de lo que llamó «una
escritura desatada» en la que el artista podía mostrarse «épico, lírico,
trágico, cómico» en el crisol genuino de la parodia de todos los géneros.
La segunda
parte no aparece hasta 1615: El ingenioso caballero don Quijote
de la Mancha. Ambas obras le ganan un puesto en la historia de la literatura
universal y convierten a su autor, junto con Dante Alighieri, William Shakespeare,
Michel de Montaigne
y Goethe
en un autor canónico de la literatura occidental. Un año antes, aparece
publicada una apócrifa continuación de Alonso
Fernández de Avellaneda. Una novela escrita, al parecer, por un
discípulo y amigo de Lope de Vega de
origen aragonés o por un grupo de amigos de Lope.
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