El Romanticismo literario en España
tuvo uno de sus polos fundamentales en Andalucía, con autores como el Duque de
Rivas, José Cadalso y Gustavo Adolfo Béquer.
Nació en Córdoba, en 1791 y murió en Madrid,
en 1865. Poeta y dramaturgo español cuya obra es considerada emblemática del romanticismo hispano. De ideas
liberales, luchó contra los franceses en la guerra de independencia y más tarde
contra el absolutismo de Fernando VII, por lo que tuvo que exiliarse a Malta.
Estas experiencias inspiraron algunos de sus poemas, como Con once heridas
mortales, al modo de los antiguos romances pastoriles. Sus primeros versos
(reunidos en Poesías, 1813) y obras teatrales, como Ataúlfo
(1814) y Lanuza (1822), se encuadraban dentro del orden neoclásico. Sin embargo, durante su
exilio maltés conoció la obra de William Shakespeare, Walter Scott y Lord
Byron, adscribiéndose a la corriente romántica con los poemas El desterrado
y El sueño del proscrito (1824), y El faro de Malta (1828).
Vivió en Francia de 1830 a 1834, año en que pudo regresar a España y heredar el título nobiliario y una gran fortuna. Inició entonces su evolución hacia el ideario conservador. Tras los sucesos de La Granja, renunció a su cartera de Gobernación y se exilió en Lisboa. De esta época son sus obras más representativas: El moro expósito o Córdoba y Burgos en el siglo XI (1834), «leyenda en doce romances» sobre el tema de los infantes de Lara y el bastardo Mudarra que es considerada pieza fundacional del romanticismo en España, y el drama en prosa y verso Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), cuyo estreno conoció un estruendoso éxito que recuerda el que en Francia había obtenido Víctor Hugo con su Hernani.
Don Álvaro o la
fuerza del sino
inauguró el teatro romántico español y con ello el teatro moderno en España. En
esta obra aparecen todos los elementos típicos del romanticismo, como la melancolía
o el pesimismo, y se desarrolla un tema característico: el del hombre
arrastrado a la desgracia por un destino contra el que su
voluntad nada puede hacer. Los principios románticos de fatalidad y rebeldía
surgen, como en la tragedia clásica, como expresiones de un sistema social y
acaso cósmico determinado por la injusticia como trasunto del destino, el cual,
como fuerza irresistible fruto de la misteriosa combinación de azar y necesidad,
gobierna los actos de los personajes.
Con posterioridad, el duque de Rivas
fue embajador en Nápoles (1846) y en París (1859), y director de la Real
Academia Española. De su última etapa son la comedia Tanto vales cuanto
tienes (1840), el drama El desengaño de un sueño (1842) y el estudio
histórico Historia de la sublevación de Nápoles (1848). En 1841 publicó
sus Romances históricos: destaca de esta colección de sesenta y nueve
romances un gusto por lo decorativo y descriptivo, por las sensaciones casi
pictóricas en las que se reconocía su afición por este arte, del que llegó a
ser un notable maestro, así como la variedad temática. De entre los de ambiente
medieval merecen mencionarse romances como Don Álvaro de Luna y Una
antigualla en Sevilla; otros se sitúan en la época de los Austrias: Un
castellano leal, Una noche en Madrid, Recuerdos de un gran hombre,
El mayor desengaño y El Conde de Villamediana. Escribió también
por esos años algunas leyendas románticas al estilo de Zorrilla, pero con menor
soltura, como La azucena milagrosa (1847).
Un castellano leal
Romance IV
Muy pocos días el Duque hizo mansión en Toledo, del noble Conde ocupando los honrados aposentos. Y la noche en que el palacio dejó vacío, partiendo con su séquito y sus pajes orgulloso y satisfecho; Turbó la apacible luna un vapor blanco y espeso, que de las altas techumbres se iba elevando y creciendo: A poco rato tornóse en humo confuso y denso, que en nubarrones oscuros ofuscaba el claro cielo; Después en ardientes chispas, y en un resplandor horrendo que iluminaba los valles, dando en el Tajo reflejos; Y al fin su furor mostrando en embravecido incendio, que devoraba altas torres y derrumbaba altos techos. Resonaron las campanas, conmovióse todo el pueblo de Benavente el palacio presa de las llamas viendo. El Emperador confuso corre a procurar remedio, en atajar tanto daño mostrando tenaz empeño. En vano todo; tragóse tantas riquezas el fuego, a la lealtad castellana levantando un monumento. Aun hoy unos viejos muros del humo y las llamas negros, recuerdan acción tan grande en la famosa Toledo. |
Mísero leño
Mísero leño, destrozado y roto, que en la arenosa playa escarmentado yaces del marinero abandonado, despojo vil del ábrego y del noto. ¡Cuánto mejor estabas en el soto, de aves y ramas y verdor poblado, antes que, envanecido y deslumbrado, fueras del mundo al término remoto! Perdiste la pomposa lozanía, la dulce paz de la floresta umbrosa, donde burlabas los sonoros vientos. ¿Qué tu orgulloso afán se prometía? ¿También burlarlos en la mar furiosa? He aquí el fruto de altivos pensamientos. Ojos divinos Ojos divinos, luz del alma mía, por la primera vez os vi enojados; ¡y antes viera los cielos desplomados, o abierta ante mis pies la tierra fría! Tener, ¡ay!, compasión de la agonía en que están mis sentidos sepultados, al veros centellantes e indignados
mirarme, ardiendo
con fiereza impía.
¡Ay!, perdonad si os agravié; perderos temí tal vez, y con mi ruego y llanto más que obligaros conseguí ofenderos; tened, tened piedad de mi quebranto, que si tornáis a fulminarme fieros me hundiréis en los reinos del espanto. Receta segura Estudia poco o nada, y la carrera acaba de abogado en estudiante, vete, imberbe, a Madrid, y, petulante, charla sin dique, estafa sin barrera. Escribe en un periódico cualquiera; de opiniones extremas sé el Atlante y ensaya tu elocuencia relevante en el café o en junta patriotera. Primero concejal, y diputado procura luego ser, que se consigue tocando con destreza un buen registro; no tengas fe ninguna, y ponte al lado que esperanza mejor de éxito abrigue, y pronto te verás primer ministro. |
PARA TRABAJAR EN EL TALLER.
0)
Palabras
de motivación: Una profecía.
1)
Estudio
del tema.
2)
Lectura
de poemas del Duque de Rivas.
3)
Escribir
un poema basado en los eventos de Semana Santa.
“1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y
sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? 2 Subirá cual renuevo delante
de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le
veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3 Despreciado y desechado
entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.” Isaías 53:1-3
- El capítulo 53 de Isaías es la más grande profecía del Antiguo Testamento sobre la obra redentora del Mesías, el texto más completo de la Biblia sobre el propósito de la muerte de Jesucristo.
- El nombre de Isaías significa “Jehová es salvación”
- Desarrolló su ministerio profético durante los reinados de Ajaz y Ezequías (736-687). Fue testigo de la ruina de Samaria.
- Su mensaje principal fue que Dios es Santo y por tanto Su pueblo también debe serlo.
- Isaías insiste en la necesidad de una fe completa en Dios, en la vida personal, pública y política; razón por la que suele llamarse “el evangelista del Antiguo Testamento”.
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