La Generación del 98
está
formada por un grupo de escritores ensayistas y poetas españoles que, nacidos entre 1864 y 1875, tienen una formación
intelectual bastante semejante, un estilo con aspectos comunes que rompe con la
literatura anterior, un acontecimiento que los aglutina: el desastre de 1898, y
un guía espiritual reconocido por todos, Miguel de Unamuno. Es también llamada generación del desastre en alusión a la
pérdida de Cuba por España.
Se
vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social acarreada
en España por la derrota militar en la guerra
hispano-estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam,
Cuba
y las Filipinas en 1898.
Habrá
que esperar hasta 1934, con la conferencia de Pedro Salinas sobre "El
concepto de generación literaria aplicado a la del 98", para que se fije
definitivamente esta manera de identificar a una generación que representó un
fenómeno importante por cuestionarse la tarea intelectual frente a España y la
política española, y plantearse el dilema de una literatura acorde con esas
inquietudes. Muchos de sus representantes estaban ligados a la Institución Libre de Enseñanza,
que dirigía Francisco Giner
de los Ríos.
Estos
autores, a partir del denominado Grupo
de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), comenzaron a escribir en una vena
juvenil hipercrítica e izquierdista que más tarde se orientará a una concepción
tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo, siguió la
polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la existencia de tal generación,
y más tarde Pedro Salinas
la afirmó, tras minucioso análisis, en sus cursos universitarios y en un breve
artículo aparecido en Revista de
Occidente (diciembre de 1935), siguiendo el concepto de «generación
literaria» definido por el crítico literario alemán Julius Petersen; este artículo apareció
luego en su Literatura española. Siglo XX (1949).
Sobresalen en la
Generación del 98 autores como Ángel
Ganivet (1862-1898), autor de Idearium
español (1897); Joaquín Costa (1846-1911); Miguel de Unamuno (1864-1937),
con obras como En torno al
casticismo (1895), Vida
de Don Quijote y Sancho (1905) y Del
sentimiento trágico de la vida (1913); Ramiro de Maetzu , quien enumeraba los
engaños que dominaban a España en el campo de la prensa, la política, la
oligarquía y el caciquismo, la literatura y la ciencia, las supuestas glorias
históricas, y, como otros jóvenes rebeldes de su tiempo (el mismo Unamuno o Martínez Ruiz , Azorín),
rechazaba la guerra colonial en todas sus manifestaciones; José Ortega y Gasset ,
que, en realidad, trascendió el marco de esta generación. Debe mencionarse
también la obra de Azorín (El
alma castellana 1900); La
ruta de don Quijote (1905), Antonio
Machado (Soledades
y Campos de
Castilla, sobre todo), Pío
Baroja ( La
raza; La lucha por la vida , 1904), Ramón María del Valle-Inclán, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel Miró.
José Ortega y
Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y
1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los miembros más
jóvenes. Su discípulo Julián Marías,
utilizando el concepto de «generación
histórica», y la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a
ella Miguel de Unamuno,
Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco
Ibáñez, Gabriel y Galán,
Manuel Gómez-Moreno,
Miguel Asín
Palacios, Serafín Álvarez
Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez
Quintero, Ramiro de Maeztu,
Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco
Villaespesa.
La
crítica al concepto de generación fue
realizada inicialmente por Juan Ramón Jiménez
en un curso dictado en los años 50 en la Universidad
de Puerto Rico (Río Piedras), y luego por un importante grupo de
críticos que va desde Federico de Onís,
Ricardo Gullón,
Allen
W. Phillips, Ivan
Schulman, y termina con las últimas aportaciones de José Carlos Mainer,
Germán Gullón,
entre otros. Todos ellos han puesto en duda la oposición del concepto de
generación del 98 y de modernismo.
CONCEPTO
DE GENERACIÓN LITERARIA.
Una Generación literaria, es un grupo de escritores, vinculados por una
serie de ideologías y de estilos en un margen determinado de tiempo
(generalmente quince años, aproximadamente).
Para que una generación literaria sea reconocida como tal, deben cumplirse una
serie de premisas:
a) Proximidad entre los años de nacimiento (aproximadamente quince).
a) Proximidad entre los años de nacimiento (aproximadamente quince).
b) Formación intelectual semejante.
c) Convivencia personal.
d) Un hecho generacional que les obliga a reaccionar; por ejemplo, en la
Generación del 98 todos reaccionaron con el llamado Desastre del 98.
e) Empleo peculiar del idioma, claramente diferenciados respecto a los
de la generación precedente.
f) Anquilosamiento de la anterior generación.
La primera referencia significativa de la denominada Generación del 98, proviene del historiador y político G. Maura, en un artículo publicado en "El Faro", El 23 de febrero de 1908. Maura habla de: "...una generación que ahora llega, generación nacida intelectualmente después del desastre...". En 1910 José Martínez Ruiz (Azorín), entendía por Generación del 98, al conjunto de pensadores y de escritores, nacidos, por lo general, entre 1865 y 1875.
El factor común a todos los integrantes de la Generación del 98, era el desastre español de 1898: la derrota de España en Cuba y Filipinas, que con el Tratado de París firmado el 10 de diciembre de 1898, obliga a España a conceder la independencia de Cuba y ceder Puerto Rico y Filipinas a Estados Unidos. Este acontecimiento supuso la pérdida de las últimas posesiones coloniales de España en Hispanoamérica.
Lo que mejor define el sentido de la obra de los hombres del 98, es su profunda meditación acerca de la esencia y el significado de lo español e relación con lo europeo. Este grupo de escritores, en 1898 creyó en el fin del Imperialismo Español. La mayoría de ellos tenían la misma edad, intereses; las mismas inquietudes, ideas y actitudes políticas. Se sintieron atraídos, por las nuevas corrientes políticas del socialismo. Aunque finalmente serían conservadores.
Miguel de Unamuno es el de mayor edad de los escritores de la Generación del 98, es el primero en definirse diferente, al igual que sus amigos. Sin embargo tienen un mismo interés, hablar de España en sus obras literarias. Escribieron novelas, cuentos, ensayos y obras de teatro. Se distinguen por la sencillez, claridad, rechazan construcciones sintácticas vacías de contenido.
Castilla es la fuente de inspiración. El paisaje: hostil, árido, solo y seco; dibuja perfectamente una España en decadencia política, cultural, económica y social.
Unamuno, Machado, Azorín, Valle Inclán, Baroja, Maeztu y Jacinto Benavente, construyen un equipo de trabajo arduo. Cada uno logró expresar e imponer un estilo propio, aunque se podría indicar que el manejo verbal es común en todos ellos. Revolucionaron en ideas, lengua y en las formas estéticas. Los temas que abordaron son de toda clase como: miseria, desempleo, clases bajas, soledad, muerte, moral, desesperanza, religión, desenfreno social, Dios, existencia y descripción de paisajes o conductas humanas. La belleza, profundidad, realismo, filosofía y crítica que se observan en las obras de estos autores no tienen comparación.
La situación política, la pérdida de colonias, la pobreza, los disturbios, la tiranía de Primo de Rivera, la soledad o aislamiento de España fueron las razones de por qué surgió este grupo de intelectuales. Trascendieron e influyeron en las generaciones futuras.
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